Quisiera decir unas palabras sobre la problemática generada por la desaparición fulminante de la edición 2011 de Operación Triunfo.
He de reconocer que soy poco consumidor de televisión y aparte de informativos y alguna que otra película de relumbre, la ignoro como una colilla. Pero la tentación, desde tiempos bíblicos, ha sido nuestra perdición y en 2001 me enganché, como el mayor común de los mortales españoles, a ese fenómeno catódico llamado Operación Triunfo. Qué recuerdos con Rosa López y su prodigiosa voz, o los ricitos del Bisbal y como no, las inolvidables sonrisas y lágrimas de Bustamante. La frescura de unos jóvenes de la calle reconvertidas en estrellas nos emocionó consiguiendo audiencias de más 12 millones de espectadores con al nivel de "share" digno de una final del campeonato del mundo de fútbol.
Aquella primera fórmula funcionó y se repitió en posteriores ediciones creando nuevas estrellas como Manu Carrasco o Soraya, hasta que el programa, por problemas con TVE, decidió pasarse al "basureo" de Tele 5. Desde entonces, ¿qué cantante ha destacado realmente?. Además, lo que era un concurso de talentos se reconvirtió en un "reality show" donde importaba más lo que pasaba en la academia que no lo que sucedía en el escenario. Ya no importaba que desafinaran. Lo que interesaba era la simpatía, las broncas, los llantos, los "rollitos"...
Cuando estos hechos no conseguías las audiencias necesarias, provocaron peleas preparadas entre el jurado, el presentador y los concursante. Santo Risto Mejide elevó de nuevo las audiencias del concurso con sus comentarios insultantes y directos, de los que no se libró ni el propio presentador Jesús Vázquez (cada vez más activista), Noemí Galera y la dirección de Gestmusic, que todo dicho sea de paso, se consideran los dioses de la televisión.
Deseosos de más Operación Triunfo, en 2011 se nos presentó una edición en la que esperábamos de nuevo a Vázquez, Mejide, Llàtzer y una nueva generación de nuevas y buenas voces. Nuestro gozo en un pozo. Apareció como presentadora la guapísima "pin up" Pilar Rubio que el primer día de directo realizó un espectáculo digno de una principiante de canal cutre de TDT, en el jurado no apareció el gafitas del Mejide, dejando el protagonismo a Noemí Galera y a Eva Perales, resolutiva e inteligente y conocida por su paso en "Factor X". Los jueces invitados fueron nefastos y patéticos, desde Rafa Sánchez de La Unión pasando por el pesado presentador de "El conciertazo" que andaba más perdido que un batusi en un centro comercial.
Y cuando aparecieron los "triunfitos" a mí, como se dice vulgarmente, se me calló un huevo por cada lado. Voces peculiares desafinadas, pero molestas de timbre, con poca presencia de imagen escénica, excesivamente delgad@s o grues@s, con un vestuario para salir corriendo y con una predisposición nula al esfuerzo y la superación.
Resultado: eliminación fulminante del programa, previsible pero excesivamente inminente. Toni Cruz, uno de los "mandamases" de Gestmusic, ha declarado hoy que el señor Vasilli, presidente de Tele 5, se ha excedido en su decisión y el "presi" de la cadena le ha echado en cara a la productora el no contratar al Vázquez, al Mejide y hacer un mejor cásting y es que por lo visto los "trincos" no se llevan muy bien con el presentador y el famoso publicista. Tele 5 sólo busca audiencia.
El modelo televisivo OT ha llegado a su final y ha de reinventarse. Esperemos que vuelva con la pureza de los inicios, donde lo que importaba era cómo cantaban los futuros artistas y su evolución, cuando se valoraba con los votos el arte y el talento. Viva OT.