EL NUEVO ATAQUE DE LA COSPEDAL

Quisiera decir unas palabras sobre las recientes palabras de la Cospedal en TVE.

Sin duda, el director de la campaña política del PP está orquestando una guerra abierta contra todo aquello que huela a izquierda o a libertad. Es insufrible y agobiante que cuando se acercan unas elecciones, la derecha de este país saque sus armas, por ahora solo verbales, para machacar y vilipendiar cualquier elemento en contra que les comporte rascar un voto. No negaremos que esto es la política y así hay que entenderla, pero este desgaste y acoso es de mal gusto y hasta incluso da mala imagen al propio partido político.

¿Quién se puede fiar de unos señores que se pasan todo el día criticando a los otros y encima no proponen nada?. ¿Cómo va a gobernar un país unos políticos sedientos de poder y vástagos de la política casi extremista de Aznar?. ¿Por qué aparece de nuevo el antiguo presidente castigado por el voto nacional por mentir para meter más cizaña?. ¿Dónde ha quedado el espíritu crítico de este país y por ende, la memoria histórica del 11-M?.

La estrategia del PP ha creado a dos personajes femeninos como adalides de los dimes y diretes políticos o como diría un buen amigo mío, las "sacatrapos". De la Sáenz de Santamaría ni mencionarla porque su discurso en anodino, memorizado y francamente poco creíble. La Cospedal, más avezada en las lides de la oratoria, aprovecha su presencia escénica y su modulada voz para criticar constantemente las acciones del PSOE y últimamente de todo aquello que tenga que ver con la democracia. Y es que se tienen creído que en las próximas legislativas van a conseguir el poder. Ya veremos. Todo a su tiempo y si no que se lean el cuento de la lechera.

La sagaz periodista de Televisión Española, Ana Pastor, conocida últimamente por su incisiva entrevista a Gadaffi, invitó a una mudada Cospedal a su programa. En esta línea de arrogancia que dicha política pasea últimamente, planteó la poca objetividad de los informativos de este canal. Como puede decir esto una representante del poder político de este país cuando la mayor parte de los españoles sabe que hay una comisión para los informativos en TVE donde están representadas todas las fuerzas políticas. En que mundo viven, por favor. ¿Qué no ven otros informativos como los de Tele 5, Antena 3 o TeleMadrid?. De esos no dicen nada, porque favorecen al PP. ¿Pretenden hacernos luz de gas?.

Señora Cospedal, si quiere ser objetiva, antes de hablar, vea diversos "partes" de los actuales canales o al menos que le informe bien alguno de sus sabuesos. ¡Quién puede decir que los telediarios del canal estatal son partidistas!. Es una ridiculez y denota un mínimo conocimiento de los medios de comunicación.

Lo que creo es que echan de menos la "objetividad" de Urdaci. Va a ser eso...

EL CIRCO DE LA SEMANA SANTA

Quisiera decir unas palabras sobre aquellos elementos circunstanciales que se identifican con la Semana Santa.

Año tras año y después de más de 30 años de democracia, España sigue sacando sus mantillas, palmas e imágenes para celebrar la Pasión de Cristo, fiesta religiosa allá donde las haya y reducto ultracatólico del misticismo más rancio, según la plaza donde se realice.

Nadie se atrevió a presentar con tanta crudeza como Mel Gibson el ciclo final de la vida de Jesús y parece ser que España, aunque critique su Iglesia, no se atreve a romper con una tradición enclavada en lo más tradicional del nuestro estado laico y aconfesional. ¿Por qué se lanzan a las calles las personas de bien a contemplar nuestra imaginería barroca cuando a lo largo de todo el año no han calentado siquiera un banco de la iglesia?. ¿Por qué aparece la devoción lacrimógena cuando una cámara de televisión pregunta sobre la figura religiosa o la imposibilidad de contemplar un paso por la lluvia?.

Ciudades como Sevilla o Málaga viven con ilusión su Semana Santa, sin duda, frotándose las manos a la espera de los pingües beneficios de aquellos devotos y falsos fariseos que sienten o en su defecto, pasean palmito ante las procesiones. La tradición es bella pero tampoco es necesario refregar en los medios de comunicación la "importancia" de la Semana Santa, costumbre que se repite ante los usos ancestrales de la España más arribista, léase, sanfermines, ferias de abril varias o carteles de San Isidro.

Los ecos del tradicionalismo íbero varían según el grado de españolismo que destilan y coinciden sobretodo con aquellos "no-do" del período franquista, aunque la voz en off haya sido reciclada. No seamos tan radicales y seamos, a la par, prácticos. ¿Por qué lloran esos mozalbetes cuando no pueden pasear a las vírgenes?. Claro que sí: semanas de preparación, dedicación, devoción o... protagonismo. Parece ser que queda de lo más religioso y patriótico cargarse a las espaldas la imagen de la Macarena o la Vírgen de los Dolores mientras durante todo el año estas grandes estas obras de arte quedan "olvidadas" y relegadas a sus capillas correspondientes. Si se es devoto de Santiago o de la Moreneta no hace falta ir besarla solo en Semana Santa, ¿verdad?. ¿Alguien ha visto como está el Cristo del Gran Poder en pleno mes de junio?. Pues yo os lo diré: más solo que la una.

Y es que esto de pagar 100 euros por una silla en las procesiones, aplicarse las gafas de sol a lo Pantoja y el gritar vivas y salves ante una imagen de respeto no es una moda sinó una convicción y aquellos que lo hagan por aquello de lo que dirá la vecina purgaran sus pecados en el Juicio Final. Amén.

LOS RECORTES HOSPITALARIOS EN CATALUÑA

Quisiera decir unas palabras sobre las nuevas medidas de austeridad de la sanidad pública planteadas por el nuevo gobierno de la Generalitat de Cataluña.

En esta vorágine de recortes en la que estamos sumergidos ante la crisis, solo nos faltaba que se tomen medidas en contra de la sanidad catalana. Si nos quejábamos de la política caótica y deficitaria de Montilla y su séquito, con la llegada de Artur Mas y sus falsos ideales de centro y su catalanismo de manual, deberíamos estar dando, como se dice vulgarmente, palmas con las orejas.

Los anodinos primeros 100 días de "govern" han pasado sin pena ni gloria, con unos nuevos "consellers" que van de duros pero con una resolución controlada por la mirada implacable del todopoderoso President. Esta mañana, mientras desayunaba, he tenido el "placentero" placer de escuchar que se van a recortar los servicios hospitalarios para paliar la crisis y cubrir el "agujero" económico de la anterior legislatura.

Vamos a ver. ¿Qué culpa tenemos los catalanes de que el tripartito haya sido un desastre y encima hayan malgastado?. Que vayan a rendirles cuentas a los anteriores gobernantes o sinó que se venda Montilla su superchalet del extrarradio barcelonés y que al menos sirva para no cerrar unos cuantos quirófanos.

Y es que para en el mundo de la administración y la estadística somos unos simple números. Los potentados del poder, todos ellos con su sanidad privada al día, son los deciden que hay que deshacerse de 200 camas en el Hospital de Bellvitge, cerrar quirófanos y enviar, como he leído esta mañana en el diario, a personas con una operación de corazón prevista a casa, a la espera de que hayan servicios médicos. ¿Qué significa esto?. ¿Desde la mesa del despacho de superdiseño estáis jugando a ser Dios decidiendo la vida de las personas?. ¿No es suficientemente grave una enfermedad de corazón como para operar de urgencia?. ¡Donde vamos a llegar!. ¿Nos llamados desarrollados?

Llevamos años pagando nuestras seguridades sociales, hace tan solo un año había superávit y ahora nos recortan el derecho a una sanidad pública en favor del materialismo. ¿Quizás los "convergents" tengan un pacto con las mútuas catalanas, que son muchas y poderosas?. ¿Por qué no os quitáis los coches oficiales, el chófer, las dietas y la ropa de marca, aunque también os podiáis quitar parte de vuestro sueldo e incluso rebajar los excesivos honorarios de los anestesistas y médicos, para recortar?.

Esperemos que vayan saliendo a la luz pública aquellos casos de personas fallecidas por no tener una buena asistencia hospitalaria porque, que sepáis, que mañana mismo os puede pasar a cualquiera de vosotros. La suerte está echada.