jueves, 25 de noviembre de 2010

LA DESIDIA CIVICA

Quisiera decir unas palabras sobre las formas cívicas de los ciudadanos de a pie.
Dejando de lado la rabiosa actualidad política y económica de un país, sea Cataluña o España, nos queremos centrar en la educación social de los urbanitas que presumen de tener una ciudad como Barcelona, Madrid, Valencia o Murcia, no importa el tamaño. Pero centrémonos en la ciudad condal de donde el presente es oriundo y conocida mundialmente por su espíritu deportivo (entiéndase Olimpiadas'92) y por su solidaridad a la hora de manifestarse públicamente. Una fama merecida por méritos propios porque es innegable que gente cívica la hay en todos sitios, pero en los últimos años parece que el barcelonés de a pie esté buscando constantemente su espacio vital, sea en la calle sea en los transportes públicos.

Me explico. Como usuario de éstos medios de transporte y caminante urbano habitual (confieso que no tengo coche ni carnet), sufro en mis carnes diariamente, los usos y abusos adquiridos por la sociedad en esa imparable carrera yerma hacia el infarto de miocardio. Sabemos que todos tenemos prisa, que nuestro ritmo es diferente al de los pueblos, pero existen unas normas no impuestas sino creadas por los propios ciudadanos para convivir tipo: siempre que caminamos por una acera hay que ir por la derecha y no ir de tanqueta por la vida con el cartel de "ya se apartarán" impreso en sus miradas ausentes; hay que dejar salir antes de entrar en ascensores, metros y accesos varios sin necesidad de apartar a la gente a empujones y respetar las colas de cualquier tipo sin necesidad de advertir a la anciana despistada o al chico que va con los auriculares que aducen que no haber visto una estampa de 1'90 m aproximadamente, como es mi caso.

Estrategias infames y pusilánimes en un intento de "superego" urbano digno de estudio por Freud. No hemos de olvidar tampoco la desidia social, que es el mínimo esfuerzo ante cualquier relación social o física en un espacio compartido y añado, como muestra, estas tres situaciones tipo, acontecidas en autobuses, metros o calles varias:

Primero: señora o señor, aunque básicamente señora, que lleva uno de esos superbolsos de moda que arrasa con toda aquella persona que esté de pie aguantando el precario equilibrio que nos provoca la conducción del 50% de los "autobuseros" de este país que parecen llevar ovejas y no seres humanos. Después de este paseíllo "destroyer" va en busca, de manera desbocada, de un asiento, que casi siempre es compartido. La señora se sienta y deposita su tremendo bolso sobre sus piernas y, verbigracia, en las piernas del acompañante. El acompañante (yo) se gira, la contempla y ves que se hace la loca. Apartas el bolso amablemente y piensa que vas a robarle y entonces ella mira con cara de asustada. Ante la explicación de la molestia producida considera que eres un ladrón, y entonces sí que lo aparta asiéndolo fuertemente, eso sí, sin abandonar el codiciado asiento.

Segundo: chicos y chicas, de esta generación que no saben etiquetar los sociólogos, que entran con actitud cansina después de una "ardua" jornada escolar de 4 horas en un metro en hora punta al mediodía. No cabe un alfiler, pero ellos son incapaces de poner a sus pies la abultada mochila que ocupa dos y hasta tres espacios posibles. No hay interés por mirar si el otro está incómodo soportando una mochila que Dios sabrá por donde se habrá arrastrado. Pero lo mas fuerte y no es la primera vez que me pasa, es notar a mis espaldas como se apoyan en mí como si yo fuera una barra o una pared, a lo cual te apartas molesto y ves que están a punto de caer.

Tercero: las bicicletas y que conste que no soy antiecológico. En Barcelona, los ciclistas tienen un montón de carriles "bici" para pasearse por la ciudad. ¿Por qué narices no van por las zonas indicadas y asaltan las aceras a velocidades de vértigo?. ¿No tenemos suficiente con el tráfico de la ciudad y los psicópatas conductores que se saltan los pasos de cebra para tener que ir esquivando suicidas haciendo "bicing"?. ¿Y por qué no llevan casco cuando se saltan todos los semáforos en rojo?.

Estos son algunos ejemplos de incivismo aunque hay montones y montones de casos más: cacas de perro no recogidas, gente que teniendo una papelera a un metro tiran residuos al suelo, ladridos de camareros y tenderos cuando les pides algo en sus propios comercios, etc. Os invito a que comentéis todo aquello que nos molesta para denunciar a esos miles de imbéciles que luego van cacareando por ahí que són educados y encima solidarios.

2 comentarios:

  1. Incivismo es no dejar sentar a embarazadas en el metro o autobús o a señores mayores; no respetar los espacios de los carritos de los niños; no dejar salir antes de entrar, no respetar las colas para entrar, hacer un mal uso de los ascensores, fumar en las paradas, tirar papeles, no apartar los paraguas mojados dentro del metro, etc. por este motivo he decidido hacerme socio del Bicing, para no tener que tratar con tanto incívico y resulta que ahora, los peatones no respetan los carriles bici, los coches aparcan en ellos, giran sin mirar si viene alguien por el carril Bici, etc y todavía los que utilizamos la bici, somos los incívicos, creo que tendríamos que replanteárnoslo.

    ResponderEliminar
  2. Buenos días Xesco:

    Dejas poco para incorporar. Sólo la agresividad de algunos ciclistas. Hace unos días venía uno embalado por una acera (no carril bici) que iba a parar a un paso de cebra venía lejos y como un kamikaze, como nosotros pasamos despacio el paso cebra y con precaución sin detenernos, él que no estaba dispuesto a parar, al sortearnos nos pegó un puñetazo en el coche y nos lo dejó aboyado.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...