LA ANGOSTA CUESTA DE ENERO

Quisiera decir unas palabras sobre la cuesta de enero que este año va a ser más complicada que ascender al Everest en chanclas, aunque, eso sí y ante todo, desearos un feliz año 2011.

Ahítos de turrones y rebullentes por comprar compulsivamente para celebrar la Navidad y esos Reyes que están por llegar, aún vemos lejano aquel 31 de Enero de 2011, momento en que empezarán a llegar los primeros plazos de la Visa o las nuevas subidas aplicadas por el gobierno, bancos y empresas subsidiarias del poder económico de este país.

Como si del espacio exterior llegasen, las eléctricas de este país y para mayor riqueza de este sector indispensable y monopolizado, va y se nos sube un 10% la tarifa. Y es que los acuerdos políticos se han de cumplir...¡¡ejem!!. Estos chanchullos nos va a reportar al consumidor de a pie, como siempre, un aumento de la luz de unos 4 euros mensuales. Ya no hablamos del agua y del gas, que por encima del 3% de incremento también se han pasado por el forro de los pantalones el incremento del nivel de vida del pasado año que apenas asciende al 2,5%.

En este "estado de alarma" económica (nada que ver con los controladores aéreos), los transportes públicos suben, los carburantes se disparan, los pobres fumadores ya ni pueden permitírselo y los hipotecados van a tener una media de subidas mensuales de unos 16 € por el aumento porcentual de San Euríbor.

A "grosso modo", estas subiditas, según algunos, sostenibles si nos quitamos el cafetito matutino del bar, nos va a comportar este 2011 un incremento mensual de unos 40 € más. Y eso sin ayudas de ningún tipo. Después de 3 años de crisis galopante y profunda solo nos queda escuchar a nuestro cada vez más hundido Zapatero decir que aún falta 5 años más de martirio. ¿Cómo vamos a aguantar todo esto?.

¿Realmente estamos en el motor de Europa o estamos aun pagando los flecos de la anacrónica economía que conllevó en su momento el período franquista?. ¿Es posible que países como Alemania o Francia hayan salido tan rápido de la crisis con su política económica clara y directa?. ¿Todo lo que estamos viviendo no es consecuencia de la confianza depositada en los empresarios del período aznarista que como opulentos monarcas absolutistas movieron las arcas del país con la finalidad de autoenriquecer las clases privilegiadas?. ¿O es que el sistema capitalista está acabado?.

Está claro que un país ha de tener una jerarquía social y no se puede pretender que de los 45 millones de españolitos de a pie, la mitad quisieran ser de clase alta. Tenemos la suerte de vivir en una nación donde el nivel de clase media es importante, pero hemos de ser de esa clase y no pretender ir más allá, porque si estiramos demasiado la manga se rompe. Y ahora el jirón es imposible de remendar. La codicia, ese pecado capital que tanto gusta entre amigos o hermanos, nos ha llevado a esta situación. España va mal, pero nosotros estamos peor.