LA DIMISIÓN DE CAMPS

Quisiera decir unas palabras sobre la dimisión de Francisco Camps, actual ex-presidente de la Comunidad Valenciana.

Con la acritud, displicencia y poca gracia que caracteriza al presidente de la Generalitat valenciana, ayer por la tarde y en una multitudinaria rueda de prensa, por fin, Camps dimitió por el caso de los ¿presuntos? trajes y por extensión, por el Caso Gurtel. Está claro que la presunción de inocencia es un hecho justo y hasta que no se demuestre lo contrario no podemos tirar la caballería encima a nadie. Pero tal como están desarrollándose los acontecimientos en que el juez del caso está exigiendo sanciones económicas a los imputados, parece que pintan bastos. Camps insiste en su inocencia y nosotros vamos a creerlo hasta que se demuestre lo contrario.

El "todopoderoso" y endiosado Mariano Rajoy, en la campaña electoral de las elecciones a la presidencia de las comunidades, apoyó y creyó en Camps de manera ciega diciendo cosas tan eróticas como estaré delante tuyo o detrás tuyo siempre. Lo que nos da a pensar quien es el activo y el pasivo en este toma y daca y parece ser que el que ha recibido el embiste por obra y gracia del acólito más desprestigiado del PP, Federico Trillo, ha sido Camps, para que Rajoy se convierta en presidente de una España "unida". Y mientras tanto Rajoy escondido en la sede de Génova, sin soltar prenda ni dar la cara. Una cobardía en forma de comunicado blando y objetivo donde su imagen ha quedado impoluta.

Señor Rajoy: hace unos días tenía la poca vergüenza de asustar más al país diciendo que estábamos con un presidente en funciones en un gobierno provisional. Qué manera de asustarnos, tal como está la situación, targiversando informaciones anticonstitucionales para fines electorales. ¿Y hemos de ser gobernados por usted, visible personaje cobarde y maquiavélico incapaz de presentar una propuesta para levantar su querida España?.

Estamos en un callejón sin salida. Europa va a dictaminar sus directrices de recortes salvajes, si sube el PP se va a cargar toda la política social progresista (aborto, matrimonio homosexual, sanidad gratuita) y encima van a tener el apoyo en Madrid de los nacionalistas catalanes que son aún peores, y sinó que nos lo digan a los catalanes, porque las competencias adquiridas por estos falsos catalanistas de derechas las han convertido en torpedos totalitaristas contra la sanidad. Vaya que no tenemos ni derecho a ponernos enfermos.

Necesitamos ver la luz pronto al final del túnel, porque uno de los mejores países del mundo se va a convertir en la dictadura "democrática" más dura de los últimos tiempos. O salimos a la calle ya exigiendo que los bancos abran sus puertas y que los gobiernos recorten en lo que no afecte directamente a la sociedad o tendremos que ir a las barricadas.