EL ADELANTO DE LAS ELECCIONES GENERALES AL 20-N

Quisiera decir unas palabras sobre el adelanto de las próximas elecciones legislativas.

Chispas deben salir de las palmas de las manos de los "peperos" esperando la llegada del 20-N para conseguir ese ansiado poder que acarician desde hace unos cuantos años. Zapatero, en rueda de prensa, confirmo el correveidil que se expandía por los pasillos del Congreso: el adelanto de las elecciones generales. Desde mi humilde punto de vista esto es una rendición por parte del antes admirado y ahora quemado presidente del gobierno. Este gesto es entregar España al PP, por mucho que me pese, ya que Rubalcaba tiene cuatro meses para recortar 7 puntos de diferencia en la intención de voto. ¿Lo conseguirá?.

Como siempre Zapatero ha actuado con buenas intenciones y pensando en su país: en septiembre quiere aplicar unos decretos-ley para mejorar ciertos sectores antes de irse y sobretodo quiere dejar al nuevo gobierno libertad para la aprobación de los nuevos presupuestos del Estado de 2012 iniciándose así un nuevo período natural para gestar los mismos. La elección del 20-N es anecdótica aunque esperemos que a las filas más extremas del PP no les de por tornarse nostálgicos y se pongan a cantar himnos patrios de épocas pretéritas. Evidentemente ya nos cansaremos de ver enarbolar banderas delante de la calle Génova de Madrid, no solo constitucionales sino con el "aguilucho" de algún despistado consciente de sus actos.

Ahora solo nos queda rezar, esperar que Rubalcaba haga un "tour de force" si fuera necesario agresivo en su discurso y sobretodo apelar a la inteligencia de los españoles que irán a votar a las urnas. No hay que dar votos de castigo, señores, que luego se pagan las consecuencias. No olvidemos que si han habido recortes en materia de lo social ha sido por causas impuestas desde Europa y bajo el prisma de la crisis. Con el PP, las políticas sociales quedarán en un segundo plano en detrimento a las políticas económicas, que van muy bien, pero que en el fondo beneficiarán al empresario. España la mueve la clase media y el PP no nos representa, pero cada uno es libre de votar lo que quiera. La soberanía la tiene el pueblo.