LA HUELGA GENERAL DEL 29-S

Quisiera decir unas palabras sobre la próxina huelga general del 29 de septiembre.

Como empresario de filiación democrática e izquierdista estoy totalmente de acuerdo con el derecho constitucional a la huelga y a las inherentes manifestaciones que pueden provocar la misma. Lo que es otro cantar son las imposiciones llegadas desde las filas sindicales, que aprovechando su halo reivindicador contra las medidas laborales del gobierno, pretenden hacer nuevos socios y subir escalafones hacia la alta política española.

Cuando en las convocatorias públicas de UGT y Comisiones Obreras, los asistentes han coreado aquello de "Zapatero dimisión" o cuando hoy mismo en una imagen fotográfica, se veía un simbólico estrangulamiento del presidente del gobierno, estamos avanzando hacia una futura legislatura de derechas, además de demostrar la ignorancia sobre economía que sufrimos en nuestro país.

Vamos a recapitular y permitidme que saque mi vena de historiador. En la historia del siglo XX, las crisis económicas han sido cíclicas, al igual que la alternancia de los poderes liberales y los conservadores. El desgaste del capitalismo como sistema base ya se demostró en la crisis energética de 1973 y Estados Unidos siguíó apostando por él. Después de los gloriosos años del "ladrillazo" norteamericano y europeo, que coincidió con el período aznarista en España, todo el mundo quiso ser ese noble e incluso aristócrata por la que tanto se luchaba en los períodos monárquicos totalitarios. Y lo conseguimos. Nos endeudamos hasta las cejas con el poder económico y todas sus triquiñuelas para vivir entrampados de por vida, nos olvidamos del Euribor y del Ibex 35 que empezaron a hacer oscilar ostensiblemente las previsiones familiares y cuando debíamos la intemperata, nos apuntamos a los créditos particulares o nueva usura del siglo XXI con intereses de escándalo tipo Cofidís.

Y es que en la España europeísta y con la mirada girada hacia los Estados Unidos todo reventó, como ha reventado en todos los países occidentales de Europa. Porque por este trance han pasado todos, con políticas conservadoras, la gran mayoría, o socialistas como es el caso de España, Portugal y Grecia, últimos bastiones de la izquierda del viejo continente.

El PSOE y el señor Zapatero han recibido la herencia de la economía derrochista del período Aznar de la "España va bien" donde no se estudiaron las consecuencias de tanto entusiasmo por el empréstito. Si a este despilfarro se le añade el "decalage" de las potencias gobernadas por la derecha y nuestra dependencia con Bruselas y la política económica de la Europa comunitaria, tenemos servida una crisis en bandeja de plata. Quizás Zapatero quiso optimizar con buenas formas la crisis, eso es cierto, y que no reaccionó rápidamente, tampoco lo negaremos, pero, damas y caballeros, no crean que con una huelga general con tintes totalitaristas (exigir un precario servicio mínimo para el transporte público) o pidiendo la cabeza del presidente, lo vamos a solucionar. ¿Algún insensato piensa que con un cambio de gobierno todo va a mejorar?.

Pero sabéis una cosa, creo que, por desgracia, los necesitados de poder y dirigentes del Partido Popular, van a conseguir su objetivo gubernamental, por su política de desgaste y cuando estén ahí, y permitidme la ironía, váis a ver como no va a faltar trabajo, como las políticas sociales se van a mantener a favor del aborto o del matrimonio homosexual y sobretodo, comprobaréis que nunca más va a haber corrupción en nuestra piel de toro. Seguid jaleando en contra del poder, que acabaremos de nuevo en la boca del lobo, y sinó que se lo digan a los suecos.